jueves, 27 de septiembre de 2007

El cuerpo humano como motivo: la escultura griega


El cuerpo humano como motivo: la escultura griega

El concepto griego de belleza, que durante siglos ha sido –y quizás aún es- una suerte de modelo para Occidente, se plasmó con especial detalle y solidez en la escultura, arte que cultivaron artistas como Mirón (470-430 a. C.), Fidias (490-430 a. C.), Práxiteles (375-330 a. C.) y Lisipo (370-330 a. C.). En sus obras, fueron representadas épicas humanas y divinas, relatos míticos, batallas y personajes. Sin embargo, de forma independiente de las temáticas abordadas, destaca el trabajo que sobre mármol hicieron los escultores, en el sentido de construir modelos de belleza y armonía masculina y femenina. Desnudos los efebos y cubiertas de suaves túnicas las mujeres, la figura humana era el centro del arte escultórico griego: sus formas y pliegues, sus posturas, su puesta en acción en las disciplinas militares, la contemplación o el fragor de las batallas, tales eran los motivos que adornaban templos y edificios públicos, residencias privadas y santuarios. Todo ello hablaba del cuerpo como imagen de la perfección no solo del ser humano, si no que de la estructura política que le deba abrigo y que debía de buscar la perfección.

No hay comentarios: